Después de casi dos meses de ausencia por estos mundos blogeros vuelvo a reencontrarme con este sufrido amor que es mi blog, si bien es cierto no he escrito nada acá, he podido acumular un montón de temas referentes a este país y el mundo, para deleite de algunos y aberración de otros.
En este último tiempo vi como la mente humana puede vulnerarse por el exceso (no escribo sobre drogas y alcohol para nada), exceso de producción, exceso de imágenes, exceso de información. Todo por ser los primeros en ver, en escuchar o en saber. No lo voy a negar yo caí en este laberinto de estímulos también por las mismas razones pero con el tiempo me he podido poner una barrera, llámese una especie de filtro por el cual aprendí que, no todos los contenidos son buenos, ni tampoco quien o quienes los entregan.
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