Cthulhu es un personaje sacado de la literatura de H.P. Lovecraft. Lovecraft formó con algunos de sus cuentos una mitología de horror basada en la existencia de universos paralelos y seres provenientes de ellos (algunos como Cthulhu viven en este planeta) que existieron "antes del tiempo" y tienen contacto con los humanos con terribles consecuencias. El tema es el caos y la idea de que todo lo que conocemos no tiene sentido -es por ello que también la locura es importante en los relatos-. Cthulhu es emblema, personaje central y una de las figuras recurrentes de esta mitología, conocida como los Mitos de Cthulhu. Es el más popular de todos estos seres, y se encuentra en el cuento La Llamada de Cthulhu.
Cthulhu es un Primigenio, una criatura extra-terrena que tiene características físicas y habilidades que los hacen algo parecido a un dios para los humanos. Sus principales seguidores son la Semilla Estelar de Cthulhu (ver más abajo). También lo adoran la mayor parte de los Profundos, seres mitad humano, mitad batracio, que habitan los océanos. Por encima de los Primigenios están los dioses Exteriores.
Se describe -precisamente en el relato de La Llamada de Cthulhu- como un enorme monstruo con cabeza de pulpo o calamar, con numerosos tentáculos, y cuerpo de dragón, con sus respectivas alas. Tiene la capacidad de alterar su forma, aunque siempre es básicamente la misma. Su cuerpo escamoso está compuesto de una sustancia distinta a las que se encuentran en nuestro planeta, como una especie de masa gelatinosa que lo hace prácticamente indestructible. De todos modos, si algún día fuera destruido por completo (cosa muy improbable) su esencia fecundaría a su propia hija, volviendo a nacer. Fue uno de los conquistadores de la Tierra y dominó desde las profundidades del océano.
Según la mitología, Cthulhu reposa soñando bajo un sello en la ciudad sumergida de R'lyeh (en algún lugar del Océano Pacífico). Espera escapar algún día (el día en que "Las estrellas estén de nuevo en posición") con la ayuda de ocultistas y sectarios para volver a extender su poder sobre la Tierra. A él dedican el salmo "Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah-nagl fhtagn" que aproximadamente significa En su morada de R'lyeh Cthulhu muerto aguarda soñando.
No existe acuerdo respecto a la pronunciación del nombre. Se aceptan K'zulju, K'tulú, K'zulú, C'tulú, Cethulhu, (con "h" aspirada), Chulu, Tulu, Zulu, Kuthulu o Katulu, como pronunciaciones válidas, pero se conviene en que la forma más apropiada de hacerlo no puede ser pronunciada por el aparato fonológico humano.
Que la pronunciación de Cthulhu no sea precisa es algo típico del estilo lovecraftiano: estilo de la ambigüedad, de lo impreciso, de lo magmático (hasta sugerir el caos -algo que provoca fobia en lo inconsciente-) en sus descripciones.
Cthulhu es un Primigenio, una criatura extra-terrena que tiene características físicas y habilidades que los hacen algo parecido a un dios para los humanos. Sus principales seguidores son la Semilla Estelar de Cthulhu (ver más abajo). También lo adoran la mayor parte de los Profundos, seres mitad humano, mitad batracio, que habitan los océanos. Por encima de los Primigenios están los dioses Exteriores.
Se describe -precisamente en el relato de La Llamada de Cthulhu- como un enorme monstruo con cabeza de pulpo o calamar, con numerosos tentáculos, y cuerpo de dragón, con sus respectivas alas. Tiene la capacidad de alterar su forma, aunque siempre es básicamente la misma. Su cuerpo escamoso está compuesto de una sustancia distinta a las que se encuentran en nuestro planeta, como una especie de masa gelatinosa que lo hace prácticamente indestructible. De todos modos, si algún día fuera destruido por completo (cosa muy improbable) su esencia fecundaría a su propia hija, volviendo a nacer. Fue uno de los conquistadores de la Tierra y dominó desde las profundidades del océano.
Según la mitología, Cthulhu reposa soñando bajo un sello en la ciudad sumergida de R'lyeh (en algún lugar del Océano Pacífico). Espera escapar algún día (el día en que "Las estrellas estén de nuevo en posición") con la ayuda de ocultistas y sectarios para volver a extender su poder sobre la Tierra. A él dedican el salmo "Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah-nagl fhtagn" que aproximadamente significa En su morada de R'lyeh Cthulhu muerto aguarda soñando.
No existe acuerdo respecto a la pronunciación del nombre. Se aceptan K'zulju, K'tulú, K'zulú, C'tulú, Cethulhu, (con "h" aspirada), Chulu, Tulu, Zulu, Kuthulu o Katulu, como pronunciaciones válidas, pero se conviene en que la forma más apropiada de hacerlo no puede ser pronunciada por el aparato fonológico humano.
Que la pronunciación de Cthulhu no sea precisa es algo típico del estilo lovecraftiano: estilo de la ambigüedad, de lo impreciso, de lo magmático (hasta sugerir el caos -algo que provoca fobia en lo inconsciente-) en sus descripciones.
La Semilla Estelar de Cthulhu
Estos seres similares al mismo Cthulhu, pero más pequeños, son seguidores y sirvientes, llegaron junto con él a la Tierra. Igual que su amo, pueden alterar ligeramente su forma. Están encerrados con él en R'lyeh, o en mundos lejanos, como Aldebarán, pero algunos están libres.
Lo sirven llevando a cabo sus deseos y han hecho guerras con otros seres. Al llegar a la Tierra con él, lucharon con los Antiguos, y construyeron la ciudad de R'Lyeh
Lo sirven llevando a cabo sus deseos y han hecho guerras con otros seres. Al llegar a la Tierra con él, lucharon con los Antiguos, y construyeron la ciudad de R'Lyeh
Árbol Genealógico
Según Lovecraft, Cthulhu desciende del dios Nagoob y el Dios Exterior Yog-Sothoth, y fue nacido en el planeta Vhoorl. Con el Cthulhu también va relacionado el Rametep, que a continuación es explicado: Es una secta hermética egipcia consagrada a Osiris, que en ocasiones también aparece con las grafías Ramatep o Rame Tep en los escasos textos que osan mencionarla (como el A Cultural History of Egypt). Sus orígenes son inciertos, pero la versión más comúnmente aceptada afirma que se remonta al reinado de Nefrén-Ka, el Faraón Negro de la Tercera Dinastía que extendió cultos innombrables por las tierras del Nilo para servir a sus señores. Cuando el Faraón Negro fue derrocado, el Rametep degeneró tratando de adaptarse a las creencias tradicionales de Egipto y adoptando a Osiris como su dios patrón. Sin embargo, otra hipótesis relaciona las serpientes entrelazadas de su símbolo con Set, el misterioso dios egipcio del inframundo que podría ser un avatar de Nyalathotep. En cualquier caso, sus sangrientos rituales se alejaban demasiado de la ortodoxia de las religiones populares y sus asesinatos selectivos de personalidades opuestas a sus planes acabaron por hacerles caer en desgracia ante los gobernantes.
Exterminados todos sus fieles en el siglo XVII a.C., durante muchos siglos se consideró a la secta desaparecida. Sin embargo, a lo largo de la historia se han producido resurgimientos periódicos de cultos que afirmaban proseguir la labor del Rametep. En Cultos Inconfesables, el magno compendio de religiones secretas del profesor von Junzt, se llega a la conclusión de que estas sectas sólo están tangencialmente relacionadas entre sí: el espíritu original del culto se ha perdido y sólo pervive como instrumento dedicado a la venganza y el odio. De cuando en cuando un individuo cruel y desquiciado se topa con las Enseñanzas del Rametep (el libro sagrado de la orden) y decide proseguir su labor, incrementando quizás sin saberlo la fuerza de dioses olvidados que tratan de recuperar el poder del que gozaron en el antiguo Egipto.
El Rametep se distingue por los crímenes que comete en busca de algún tipo de venganza de una injusticia que sufrieran sus seguidores, ya sea real o imaginaria. Para ello suelen utilizar su temible veneno, aunque en diversas épocas han recurrido a otros métodos de ejecución, siempre procurando cierta discreción de modo que las autoridades no puedan relacionarles con los asesinatos. Las ceremonias del Rametep sólo guardan unos pocos vínculos con su fe original, básicamente lo referido a los sacrificios y la parafernalia egipcia. Antiguamente se celebraban en lujosas tumbas faraónicas profanadas, aunque en épocas más modernas cualquier local decorado adecuadamente puede valer. Los sacrificios siguen siempre presentes, ya sea como homenaje a sus antiguos dioses o como muestra del sadismo que siempre posee a los sacerdotes de esta secta. Aunque sanguinarios y crueles, estas ofrendas humanas suelen llevarse a cabo en silencio y paz para no interrumpir el continuo cántico ritual. Este cántico de "Rametep", que todos los fieles entonan sin cesar durante las ceremonias, podría formar parte de alguna invocación incompleta a algún primigenio o Dios Exterior. Por suerte, parece que la versión conocida actualmente no tiene ningún efecto sobrenatural aparte de acentuar el efecto hipnótico de las celebraciones. El veneno del Rametep Es un suave veneno que de por sí no causa daños físicos, pero que provoca terribles alucinaciones en las que la víctima se ve en peligro mortal, lo que la lleva a realizar acciones desesperadas que suelen provocar su propia muerte. En el Necronomicón se habla de esta sustancia y se afirma que se fabrica con esencia de loto negro (tal vez se refiera al "Liao" que describía Ludwig Prinn en su De Vermis Mysteriis) adulterado con otras raíces de plantas.
Exterminados todos sus fieles en el siglo XVII a.C., durante muchos siglos se consideró a la secta desaparecida. Sin embargo, a lo largo de la historia se han producido resurgimientos periódicos de cultos que afirmaban proseguir la labor del Rametep. En Cultos Inconfesables, el magno compendio de religiones secretas del profesor von Junzt, se llega a la conclusión de que estas sectas sólo están tangencialmente relacionadas entre sí: el espíritu original del culto se ha perdido y sólo pervive como instrumento dedicado a la venganza y el odio. De cuando en cuando un individuo cruel y desquiciado se topa con las Enseñanzas del Rametep (el libro sagrado de la orden) y decide proseguir su labor, incrementando quizás sin saberlo la fuerza de dioses olvidados que tratan de recuperar el poder del que gozaron en el antiguo Egipto.
El Rametep se distingue por los crímenes que comete en busca de algún tipo de venganza de una injusticia que sufrieran sus seguidores, ya sea real o imaginaria. Para ello suelen utilizar su temible veneno, aunque en diversas épocas han recurrido a otros métodos de ejecución, siempre procurando cierta discreción de modo que las autoridades no puedan relacionarles con los asesinatos. Las ceremonias del Rametep sólo guardan unos pocos vínculos con su fe original, básicamente lo referido a los sacrificios y la parafernalia egipcia. Antiguamente se celebraban en lujosas tumbas faraónicas profanadas, aunque en épocas más modernas cualquier local decorado adecuadamente puede valer. Los sacrificios siguen siempre presentes, ya sea como homenaje a sus antiguos dioses o como muestra del sadismo que siempre posee a los sacerdotes de esta secta. Aunque sanguinarios y crueles, estas ofrendas humanas suelen llevarse a cabo en silencio y paz para no interrumpir el continuo cántico ritual. Este cántico de "Rametep", que todos los fieles entonan sin cesar durante las ceremonias, podría formar parte de alguna invocación incompleta a algún primigenio o Dios Exterior. Por suerte, parece que la versión conocida actualmente no tiene ningún efecto sobrenatural aparte de acentuar el efecto hipnótico de las celebraciones. El veneno del Rametep Es un suave veneno que de por sí no causa daños físicos, pero que provoca terribles alucinaciones en las que la víctima se ve en peligro mortal, lo que la lleva a realizar acciones desesperadas que suelen provocar su propia muerte. En el Necronomicón se habla de esta sustancia y se afirma que se fabrica con esencia de loto negro (tal vez se refiera al "Liao" que describía Ludwig Prinn en su De Vermis Mysteriis) adulterado con otras raíces de plantas.
Música sobre Cthulhu
La banda de Melodic black metal (en algunos casos llamado Extreme Gothic Metal) "Cradle of filth", que ha compuesto varios temas basados en la literatura de Lovecraft (incluso tienen un álbum llamado "Lovecraft & Witchhearts") y cuyas canciones también son en mayor parte de terror, habla de él en la segunda canción de su disco "Midian": "Cthulhu Dawn". El grupo de symphonic/death metal "Therion" tiene una canción titulada "Cthulhu" en su disco "Beyond Sanctorum" que habla sobre este personaje. También la banda de heavy/thrash metal "Metallica" en su disco Ride The Lightning incluye una canción llamada "The Call of Ktulu". Y el grupo de Black Metal 1349, en su tema "From The Deeps", del disco "HellFire", también hace referencia a este ser. ademas en latino america se hace otravez presente H.P.Lovecraft con la banda Dorso. "Draconian" al igual que los grupos anteriores en uno de sus demos (Dark Oceans We Cry) incluye la canción Cthulhu Rising. ademas, la monja enana escribió e interpreto la cancion "quiero ser como lovecraft". El grupo de punk rock Argentino, Expulsados tiene una canción llamada "La granja de los Gardner" en su disco "Cuarto Para Espectros" la cual está basada en el relato de Lovecraft "El color que cayó del cielo"
Fuente Wikipedia